lunes, 9 de abril de 2012

11.03.11


hipnotizados frente al televisor.
vimos la programación nocturna hasta tarde.
los destellos los sonidos nos dejaron extenuados.
tan cansados que al volver a la cama
no hicimos el amor
como habíamos planeado entre miradas
a la hora del té.

domingo, 1 de abril de 2012

Cae


Cae. Sube.
Desplegado en el cielo.
El pelo de una sirena de la calle Morris.
Del que cuelga. Dice la gente. Una carpa atronadora.
Cae.
Tiembla el fondo de la tierra para que despierte y sienta miedo.
Cae.
Una especie de fin del mundo pero sin ángeles.
Si lo perros ya no callan. Si la noche no se apaga. Si lo gritos no se atoran.
Si las gargantas se desmallan hasta que sale de la lengua esa esponja
Parecida al espíritu en el medio de la orgía.
En eso que creíste tantos años, Sirena.
Cae.
Con ella caen todos los labios untados de frío. La sed atroz. La cara de la
Desesperanza  que cuelga del pelo de una carpa que esconde una lengua de cuyo
Espíritu renace una figura, la que encarnabas tú, solo tú, para dejar la alfombra
Solitaria, acecho del invierno, Sirena.